VISITA A LAS HUACAS DEL SOL Y LA LUNA

Izq.abajo: Chela Muller, María Flor Sánchez, Gladys Alfaro,.
De pie: José Torres, Víctor Ibañez, Juan Julio Luján, Víctor Hernández, Juan Fco. Lezama

Uno puede ir cien veces al  milenario complejo arquelógico del Sol y la Luna y descubrir, en cada visita, algo nuevo del que asombrase, algo nuevo del cual sentirse orgulloso.

Y es que el monumental legado de nuestros nobles antepasados mochicas, tiene mucho por mostrar, mucho aún por enseñarnos.

Un grupo explorador de Acude recorrió sus ancestrales caminos y escalones, llenos de imborrables huellas que el polvo y el viento no pueden tapar, para admirar en todo su esplendor lo que fue tan magnifico centro de poder en el norte del Perú.

No hay testimonio de lengua, ni escritura, por cierto, pero sus impresionantes muros, llenos de polícromos mensajes, nos trasladan en el tiempo para conocer las incontables riquezas de esta maravillosa cultura.

En los bien rescatados templos de La Luna podemos recrear los místicos ritos en los que ofrendaban la sangre de sus jóvenes guerreros para que abunden el agua y la cosecha.

Abajo, en una vasta explanada, aflora sobre la tierra el pueblo que desapareció inundado po el Fenómeno de El Niño y al frente, dominando el valle se yerque imponente la áun no descubierta Huaca del Sol.

Contemplando el espacio surge la pregunta inevitable: ¿Si este era el lugar de los jefes religiosos menores, como será la Huaca del Sol de al frente, donde estuvo el jefe politico?. ¿Que secretos guardará aquel sitio que ha comenzado a excavarse y donde los expertos esperan encontrar al gran Señor de Moche?

Una visita previa al Museo de Sitio, que ha hecho posible el Patronato patrocinada por Backus y la Uniuversidad Nacional de Trujillo, nos permite escudriñar los misterios que aún esconde esta extraordinaria cultura desarrollada enre los años 100 y 900 antes de Cristo.

Tres notables salas, muy bien equipadas con reliquias originales de ornamentos, vasijas, máscaras y exquisita orfebrería, hablan de la grandeza de los moche que aún tienen mucho por mostrar al Perú y al mundo. (José Torres Vera)